Este domingo é daqueles dias em que o encontro de passado e do futuro se enlaça e explode com força do hoje.
Lula, na prisão, tem uma paradoxal alegre festa de aniversário por todo o país.
Os argentinos, enterrados numa crise, estendem a mão para trazer de volta o peronismo kirchnerista.
Os chilenos cantam nas ruas as músicas de seu sonho libertário dos anos 70, por bocas que nem haviam nascido, então.
Na Bolívia e no Equador, torrentes de indígenas se afirmam como donos do que donos são.
O que foi e o que será têm um tão improvável quanto inevitável encontro em dias assim, correntes de um oceano onde singram nossas pequenas vidas, por eles sacudidas em vales e cristas das ondas da História.
Não tivemos medo das tempestades quando jovens, porque os jovens são magnificamente temerários e a curiosidade é um desafio ao medo.
Estranhamente, também não temos, agora que velhos, porque o medo já é tão velho conhecido que suas caretas pouco nos assustam.
O que nos deu rumo aos 20, teimosia aos 40, agora, passados os 60, já não deixa mudar roda do leme para buscar porto seguro.
E então, no encontro das águas que se vão e das que se vêm, podemos flutuar, encantados pelo tempo que há de nos tragar em breve.
E como não é um ato individual, mas o resultado da sucessão de gerações que formam esta maravilha que se chama povo e que se chama humanidade, ver escrito o que nem lembramos de escrever, ainda que numa caixa de papelão, nas agitadas ruas do Chile, embora o lugarejo onde vivem chame-se La Serena, como a batizar a alma de “los abuelitos” Raúl e Silvia.
Cantando como cigarras cantam ao sol, depois de anos debaixo da terra.
Tantas veces me mataron,
Tantas veces me morí,
Sin embargo estoy aquí
Resucitando.
Gracias doy a la desgracia
Y a la mano con puñal,
Porque me mató tan mal,
Y seguí cantando.
Tantas veces me morí,
Sin embargo estoy aquí
Resucitando.
Gracias doy a la desgracia
Y a la mano con puñal,
Porque me mató tan mal,
Y seguí cantando.
Cantando al sol,
Como la cigarra,
Después de un año
Bajo la tierra,
Igual que sobreviviente
Que vuelve de la guerra.
Como la cigarra,
Después de un año
Bajo la tierra,
Igual que sobreviviente
Que vuelve de la guerra.
Tantas veces me borraron,
Tantas desaparecí,
A mi propio entierro fui,
Solo y llorando.
Hice un nudo del pañuelo,
Pero me olvidé después
Que no era la única vez
Y seguí cantando.
Tantas desaparecí,
A mi propio entierro fui,
Solo y llorando.
Hice un nudo del pañuelo,
Pero me olvidé después
Que no era la única vez
Y seguí cantando.
Cantando al sol,
Como la cigarra,
Después de un año
Bajo la tierra,
Igual que sobreviviente
Que vuelve de la guerra.
Como la cigarra,
Después de un año
Bajo la tierra,
Igual que sobreviviente
Que vuelve de la guerra.
Tantas veces te mataron,
Tantas resucitarás
Cuántas noches pasarás
Desesperando.
Y a la hora del naufragio
Y a la de la oscuridad
Alguien te rescatará,
Para ir cantando.
Tantas resucitarás
Cuántas noches pasarás
Desesperando.
Y a la hora del naufragio
Y a la de la oscuridad
Alguien te rescatará,
Para ir cantando.
Cantando al sol,
Como la cigarra,
Después de un año
Bajo la tierra,
Igual que sobreviviente
Que vuelve de la guerra.
Como la cigarra,
Después de un año
Bajo la tierra,
Igual que sobreviviente
Que vuelve de la guerra.
Do Tijolaço
Postado por Madalena França
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